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SIGNO LIBRA

En astrología, Libra (♎︎) es el séptimo signo del zodíaco, el cuarto de naturaleza positiva y el tercero de cualidad cardinal.​ Simboliza el equilibrio y la armonía y su símbolo representa la balanza. Pertenece junto a Géminis y Acuario al elemento aire. Está regido por Venus y su signo opuesto complementario es Aries.​

Se considera que alguien es del signo Libra cuando nace entre el 23 de Septiembre y el 22 de octubre; en el zodíaco occidental o tropical las fechas cambian cada año en función al momento de inicio del equinoccio de marzo y el huso horario. También se ha establecido del 22 de septiembre al 23 de octubre.​
 

Libra ocupa el séptimo lugar del Zodíaco. Su emblemática balanza es símbolo de los ideales de equilibrio, justicia y equidad que persiguen los nativos del signo. Es uno de los tres signos de Aire, junto con Géminis y Acuario, de ahí su naturaleza comunicativa, mental e idealista.

Venus es reconocido como el regente de este signo aéreo. Las cualidades integradoras del planeta se manifiestan a través del gusto por las formas armoniosas, la elegancia, el buen decir, la belleza de las ideas y la conducta moral de los librianos. De tal manera que aquí Venus apunta a valores espirituales. Marte, siendo regente del signo opuesto: Aries, define la poca familiaridad con la lucha y la violencia, una especial susceptibilidad ante la agresión mínima, la evitación de cualquier clima tenso.

Las características del signo

  • Suaves, sin tonos estridentes, todas sus manifestaciones tienen una dosis de moderación. A veces esas manifestaciones no son ni blanco ni negro, ni frío ni caliente, pero resultan necesarias, nivelan, calman, integran, con una actitud equidistante las posturas, puntos de vista y pareceres ajenos.

  • La violencia es su peor enemigo, vive para combatirla, la neutraliza con la palabra comprensiva, el análisis equilibrado de los pro y los contra y con la inigualable condición de contemplar las argumentaciones de los demás. Libra es el emisario de la paz, llega con un mensaje de cooperación, buena voluntad y hermandad. Uno de sus más altos ideales es la justicia de los hombres y él es el portador de la balanza que pesa las acciones para evitar el error de la arbitrariedad y la intolerancia.

  • Es el mago de la diplomacia, puede decir las cosas más serias con las palabras más dulces y bellas, siempre evitando producir heridas.También destacan su dulzura, bondad y buen juicio. Cuentan con una gran creatividad e innovación, un gran sentido estético con inclinaciones y aptitudes artísticas.

  • Entre los defectos de este signo encontramos la complacencia, que es una virtud en su justa medida, pero si se vuelve exagerada, termina llevándolos a actuar con hipocresía, escondiendo lo que verdaderamente sienten. Les saca capacidad de confrontación; porque en su deseo excesivo de rodearse de paz y armonía, son incapaces de discutir, hacer una crítica o decir que algo no les gusta.

  • Su indecisión y el temor al fracaso, los puede conducir a la inercia y la inactividad. Deben trabajar la constancia y el poder de determinación.

  • Otro punto débil del signo puede ser la vanidad. Sea cual sea la actividad que desarrolle, siempre le pone su toque distinguido, refinado y bello. Ama por sobre todo las formas de las cosas y el equilibrio que da el tono exacto. Rechaza lo estridente, vulgar, grosero y hostil, necesita vivir en un medio donde reine el equilibrio, la amabilidad y armonía. Su sensibilidad para captar las exageraciones y las disonancias siempre sorprende.

  • A Libra, le agrada permanecer en su hogar porque se siente relajado, algo que persigue constantemente. Siempre está mejorando la casa, la alegra y la ilumina con su toque de buen gusto y con su presencia optimista y niveladora.

  • Es el signo más incapaz de estar solo, ya que nació para compartir, complementarse y encontrar su alma gemela. Tiene la urgencia interior de compartir la vida, de estar comunicado, de interactuar. No es un signo egocéntrico y a menudo parece confiar más en los demás que en sí mismo. Su gusto por la estética y la ética, le lleva muchas veces a buscar una perfección que no encuentra. De ahí surge su conocida indecisión. Tiene en cuenta la opinión del otro, al punto de quedarse sin expresar la suya propia, al menos de manera directa. En ocasiones pide opiniones o las escucha porque necesita contrarrestar, pero luego obrará como quiera, porque en esencia es libre como el viento.

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